jueves, 31 de marzo de 2011

Somos efímeros…

No entiendo nada, me acabo de levantar por culpa del tumulto de la calle, me asomo a la ventana, incrédulo, soy incapaz de explicar con palabras esta situación.

Las campanas no paraban de redoblar durante horas, la gente esta feliz, todos lo están, todos menos yo. Me siento raro, pero no estaba feliz, no puedo estarlo, soy incapaz de seguir con la hipocresía del resto de ciudadanos, solo espero, no ser el único que se encuentre así

Te preguntarás al leer estas escasas palabras el porque no estoy feliz, sencillamente no lo estoy porque no soy un hipócrita, y nadie podrá quitarme la felicidad anterior. Ya que parece que soy el único en recordar al rey que falleció escasos pocos días. Ya nadie recuerda todo lo que hizo, ni de cómo vivió, ya nadie te recuerda rey ya nadie agradece en tu nombre que hayas mejorado casi todo en la ciudad, ahora todo el mundo esta de fiesta, no por tu muerte, sino por la ascensión de otro como tu.



A rey muerto rey puesto, o eso dicen, pero no creo que te puedan superar rey Mandervart, que aunque fuiste nuestro rey, siempre viviste por nosotros, siempre te preocupaste por lo que necesitábamos, y nunca nos llevaste a la guerra por cualquier excusa para alardear de ejercito, no eras ni un tirano ni un blando, eras toda la figura de padre para la ciudad, entonces porque nadie entiende el porque no puedo estar feliz por tu muerte. Solo siento dolor, impotencia, asco por la ciudad, por los ciudadanos.

Si el que era “importante” su legado fue tan efímero y nadie te recuerda, ¿tan poco vale nuestra vida? ¿Para que quieres poder y dinero? Si mientras tengas algo que llevarte a la boca y amor de tus seres queridos, ¿para que quieres todo el oro del reino y vivir con miedo a que te maten tus propios “seres queridos”? y finalmente para que nadie te recuerde, ni sienta dolor por tu perdida.

Para terminar estos humildes pensamientos plasmados en esta carta, decirte que hagas lo que hagas en esta vida, se feliz, no vivas por lo que piensen de ti, que esta claro que después de tu muerte, nadie te recordara… se feliz mientras puedas, y haz feliz a tus seres queridos.

2 comentarios:

  1. Una reflexión muy bonita, si señor!

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  2. Me ha gustado mucho el primer párrafo, pero cuidado con las faltas y la puntuación!
    Por otro lado, creo que podrías intentar meter al lector más en los pensamientos del narrador, así cuando haces el "giro" en el final; parece más esperanzador.

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