//Siento el retraso. Se me ha roto la rutina al empezar las vacaciones. Y por todos es sabido que el peor enemigo de la puntualidad es la falta de rutina//.
La ventanilla de administración B-5 es tristemente conocida por su interminable espera y la lentitud de su avance. Una gran parte de los interesados en acudir a dicha ventanilla desisten ante la simple idea de tener que esperar durante horas, días y semanas; simplemente, no compensa. Aún así, siempre hay alguien lo suficientemente terco para poner a prueba su paciencia frente al colosal adversario. Nadie repite, es una de esas experiencias que solo se tienen una vez en la vida.
Corre el rumor de que existe un hombre en la cola que vive de dejar pasar delante a quien esté dispuesto a darle un par de monedas. Valiente imbécil.
Frente a la ventanilla, con una estoica sonrisa en todo momento, se encuentra una muchacha joven que atiende con torpeza las desesperadas peticiones de quienes han conseguido superar la interminable espera. Aunque su actitud no es deliberada, si lo es su colocación en dicha ventanilla. Y es que, en realidad, la ventanilla B-5 carece por completo de objetivo. Esto no es de dominio público, pero la administración la creó como un experimento.
Una prueba.
Querían ver si era posible engañar al pueblo creándoles la necesidad de algo carente por completo de objetivo. Lo consiguieron. Todo aquel que desiste de ir a la ventanilla B-5 sabe que debería haber ido, que era un sacrificio por un bien superior. Aquellos que superan la desquiciante espera no pueden concebir la idea de que todo ha sido en vano, por lo que salen satisfechos, con la sensación del trabajo bien hecho.
Por supuesto, no todos caen en las redes del B-5. Gente de lo más variopinta descubre la verdad y avisan a sus conocidos. Es un sector insignificante, pero demuestra que el sistema no es perfecto y homogéneo.
-Tal vez aún quede esperanza- dice uno.
-¿Para quién?-pregunta otro- ¿para los que están en B-5, para los que no están por pereza o los que no están porque saben que es un sinsentido?
-¿Qué no forman parte de un todo?- dice el primero.
El otro no contesta.
Empieza la fase dos: Se cierra la ventanilla B-5.
Las protestas se suceden ¿Cómo van a llevar ahora los trámites sin la B-5? ¿A qué tramites se refieren, dices? ¡Cómo van a saberlo! Precisamente porque no lo saben necesitan la B-5. La administración se asusta ante tal avalancha. Han roto una rutina, una costumbre. Han arrebatado al mundo una parte de sí mismo. Y le duele la ausencia.
Así que la ventanilla B-5 vuelve a su lugar, repartiendo felicidad y desdicha a partes iguales. Que ustedes lo disfruten.
A pues publicado hoy... Al menos tienes algo de tiempo, aprovecha las vacaciones =)
ResponderEliminarMientras te leeré y estudiare Termoooooo..