Bueno, como cada jueves toca nueva historia, o nueva entrada, y como siempre esta pequeña introducción a modo de dar las gracias a cada uno de vosotros, por seguir nuestro blog, leer nuestras historias y tener tiempo para comentarlo, sin vosotros nosotros no seriamos nada, muchas gracias por todo y gracias por leer y por leer intentamos mejorar.
Esta historia se lo dedicaré a dos lectoras que a una de ellas le gusta el tema de dioses de egipto y la otra persona, ha entrado fuerte en mi vida.que sepas que jamas te dejare escapar. A ver que tal sale :)
Mi nombre es Rhodon vuelvo de la batalla porque me han llegado rumores de que mi madre cleopatra ha muerto. Los rumores escuchados a los romanos era que Octavio queria a mi madre prisionera, llevarla a roma y ahi exibirla como si de un animal cazado se tratara.
Si estos rumores son ciertos, que no me extrañaria nada, porque Roma jamas nos quiso como pueblo amigo, solo nos veia como animales, que solo serviamos para comercio, o de esclavos. Nunca me gustaron esos barbaros romanos ansiosos de poder, venderian a su madre si por poder o oro se hablara
Allá estaba ella, tumbada en su cama de oro, mordida por la serpiente mas letal de todo egipto, la cobra egipcia o Aspís. Al ver esta imagen mi sangre empezó a calentarse a base de ver a cuanto mas soldado romano muerto, y no pararé hasta llegar a Octavio. Mi madre sabia que final le esperaba si llegaba viva cuando el cruel perro de Octavio, abriera las puertas de sus aposentos.
Después de quedarme sin lagrimas juré, delante del cuerpo de mi madre, no descansar hasta caer rendido de fatiga, al matar a Octavio. Éste será mi trabajo en la vida, ese perro rabioso, deberá pagar por sus actos. Intenté descansar esa noche en egipto, ya que al amanecer, pedí a la guardia personal de mi madre que me armaran y me acompañaran a cobrar la vida de mi madre, los cuales todos accedieron.
Puse marcha hacia europa, no podia esperar a encontrarme el primer romano para descargar mi ira, pero no podía centrarme solo en la escoria de los soldados, debía reservar fuerzas y hombres para la llegada a Roma.
Poco a poco las legiones fueron escuchando mi nombre, y al vernos solo escucharian por última vez en su corta vida, el corte de nuestras espadas en su cuerpo. Juré a Sekhmet, mi gran diosa de la guerra, no parar hasta vengar la muerte de mi madre. No podía volver a casa avergonzado. Prefería volver muerto
A las pocas semanas ya estábamos casi en las puertas de Roma. Teníamos poco tiempo ya que Octavio, actual emperador de Roma, había llamado a las legiones cercanas para darnos caza. Nuestras cabezas tenían un valor desorbitado en monedas de oro, aquel semi dios capaz de darnos caza, pasaría a la historia, como el héroe que salvo Roma.
Ya podía oler el perfume de putrefacción de Octavio. Olor a miedo, a impotencia, a la muerte. El estaba aterrado atrincherado en sus aposentos. Solo nos quedaba la lucha.
Madre por fin te voy a vengar, me siento vivo, me siento poderoso. Ya nada me impide poder limpiar tu nombre contra este ser desgraciado, se que no puedo matarlo por la espalda, pero madre, lo tengo a tres pasos y estoy empuñando la espada que regalaste a mi padre. Por fin haré justicia.
¿Por qué siento frío? la espada me pesa, no puedo empuñarla mas tiempo, empiezo a notar que mi vista se va desvaneciendo, ¿que me ocurre?, es en este momento, cuando me doy cuenta que me habían tendido una trampa, lo siento madre, he hecho todo esto para nada. Solo puedo ver el rosto de Octavio victorioso, y en mi último suspiro de vida, veo como mis hombres lo matan. Que gran regalo nos ha hecho nuestro pueblo hacia nosotros. Madre el pueblo nos quiere.
Está muy chula, me gusta mucho como escribes jeje
ResponderEliminarY me encanta la dedicatoria:) y trankilo que soy yo la que no te dejara escapar a ti jeje ya veras como todo sale bien xk no dejare k esto se hunda.
Continua escribiendo historias así que estan muy bien.
Me gusta por la parte que me toca XD.
ResponderEliminarMuy buena ;-)
me recuerda a Gladiator xD
ResponderEliminarMe ha gustado!