domingo, 25 de marzo de 2012

Anhelos

//Siento el retraso y siento que sea corto//.

Entré, exhausto, en casa. Había sido un día duro.

-Buenas –gruñí.

Anastasia levantó la vista de su libro y me saludó con un gesto de cabeza.

-¿Cómo te ha ido?- me preguntó con educación.

-Mal- me quejé- los trasgos nos han robado algunas herramientas, y los elfos se niegan a proporcionarnos más. Y los precios que exigen los magos por prestar su ayuda son desorbitados, así que no hemos conseguido completar el trabajo previsto.

Anastasia me brindó una sonrisa compasiva que alivió ligeramente mi cansancio.

-¿Y tú qué tal?- le pregunté yo.

Ella me mostró su libro.

-He estado casi todo el día leyendo- dijo, con orgullo.

Traté de ocultar mi resentimiento, ella no tenía que trabajar y yo sí. Pero ya le quedaba poco para tener que empezar a ganarse la vida; eso me consoló un poco.

-¿Y qué lees?- le pregunté.

Ella me enseñó el título y fruncí el ceño. Era uno de esos libros que estaban proliferando últimamente entre los jóvenes, por el mundo fantástico en el que tenían lugar.

-Hija, no deberías leer esa basura- la reprendí con suavidad.

-No es basura- se defendió, sujetando el libro con fuerza como si tuviese miedo de que se lo quitara.

-Te llena la cabeza de tonterías- continué, tratando de no ser demasiado brusco para no herirla- cuanto más leas sobre ese mundo, menos te gustará éste. Y lamentablemente es éste en el que te toca vivir, así que más te valdría irte acostumbrando.

-¡Tú no lo entiendes!- increpó mientras se levantaba rápidamente y huía lejos de mí.

Suspiré, cansado. Avancé con resignación hacia donde ella había ido. Claro que entendía que a Anastasia le gustara el mundo que describían sus libros. Era fácil acostumbrarse a un mundo sin el temor a los dragones y los trasgos. Un mundo en el que nadie se volvía todopoderoso gracias a la magia. Un mundo sobre el cual solo caminaban humanos, y donde las herramientas más poderosas eran el ingenio y la inteligencia. Sí, era fácil soñar con un mundo así.

Por desgracia, la realidad era bien distinta. Había que asumirlo.

3 comentarios:

  1. Original la idea, como siempre, Felipe. Probablemente en este caso no te refieres a una sucesión temporal de "civilizaciones", pero tiene un algo del Planeta de los Simios, pero trasladada la historia al Planeta de los Trasgos. Me ha gustado.

    ResponderEliminar
  2. El mundo al revés. Muy bonito de verdad. Felipe, cada día me sorprendes más con tus relatos.

    ResponderEliminar
  3. hay quien me gana. Aunque siempre estoy pendiente.Sigue, aunque no es ese mi mundo. Siempre me sorprendes.TE FELICITO TU FAN N 2

    ResponderEliminar